Técnica de sellado alveolar (socket seal)
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Tras la exodoncia, el alveolo se llena de sangre. La herida causada activa la cascada de la coagulación, que conduce a la formación de un coágulo de fibrina. Este coágulo sanguíneo es el punto de partida de la cicatrización y regeneración del alveolo. Los factores de señalización presentes en la sangre promueven la formación de vasos sanguíneos (angiogénesis); también atraen las células progenitoras e inmunológicas circulantes, así como células del tejido conectivo, que migran hacia el interior del coágulo y forman el tejido de granulación. En un plazo de unas pocas semanas, el tejido de granulación se reorganiza y comienza la regeneración ósea del alveolo. Por ello, la formación de un coágulo estable tiene una gran importancia para la regeneración del alveolo; esto puede ser conseguido sellando el alveolo.
La técnica de sellado alveolar (socket seal) tiene como objetivo proteger la cavidad alveolar y prevenir el colapso de los tejidos blandos y la contracción de la encía queratinizada tras la extracción y antes de la colocación del implante. Tras la extracción, el alveolo puede ser sellado con un injerto de tejidos blandos o una matriz de colágeno que es suturada a los márgenes gingivales del alveolo. Alternativamente, el alveolo puede ser rellenado con un material de injerto óseo antes de su sellado. El injerto de tejidos blandos favorece la estabilización del coágulo sanguíneo y lo protege de la contaminación bacteriana y los daños físicos.
Para esta indicación específica, botiss ha diseñado una matriz mucoderm® con forma circular que puede ser aplicada de manera sencilla durante la técnica de sellado alveolar sin necesitar ser recortada adicionalmente.