La predecibilidad y el éxito del resultado estético dependen de la existencia de condiciones óptimas (es decir, un alveolo libre de inflamación, una situación estable de los tejidos blandos) y un correcto posicionamiento del implante. De forma más específica, el requisito básico para una colocación de implante exitosa es la estabilidad primaria del implante. No obstante, la forma de la raíz natural y el implante difieren en su geometría. Para compensar esta discrepancia y permitir una integración estable del implante, previniendo al mismo tiempo la reabsorción en la pared vestibular, a menudo extremadamente fina, el espacio entre el hombro del implante y los márgenes del alveolo pueden ser rellenados con un material de injerto óseo. Los espacios pequeños pueden no necesitar ser sometidos a técnicas de aumento, pero el uso de un material de injerto puede aun así mejorar los contornos de los tejidos blandos. Una pasta de aplicación sencilla como maxresorb® inject, simplifica el procedimiento. El espacio que rodea el implante también puede ser rellenado con un material de injerto óseo particulado como maxresorb®, cerabone®, o maxgraft® granules. Cubrir el alveolo con Jason® fleece ayuda a estabilizar el material de injerto, especialmente tras la aplicación de una pasta como maxresorb® inject.